Los repasadores de tela o toalla y las esponjas que se utilizan en las cocinas, actúan como reservorio y propagadores de gérmenes patógenos. Tomando simples precauciones, ayudamos a eliminar las condiciones para que estos se propaguen.
Los repasadores son un elemento muy útil dentro de toda cocina y solemos cometer errores peligrosos para nuestra salud: los usamos para secarnos las manos, las fuentes, tomar ollas calientes, los apoyamos sobre la mesada con restos de comida, sobre la tabla donde apoyamos carne cruda, y con ese mismo repasador, secamos los tomates recién lavados para una ensalada. Error!
Seguí estas recomendaciones para evitar riesgos:
Cómo limpiar los repasadores:
La humedad y las microgrietas de las esponjas hacen que sean un hogar acogedor para bacterias patógenas difíciles de eliminar. E.coli, Salmonella y Campylobacter son las principales amenazas de las esponjas, que pueden sobrevivir hasta dos semanas si está húmeda. Lavar platos con una esponja contaminada puede ser sinónimo de diseminación de patógenos entre distintos utensilios. Pero hay fórmulas para que esto no suceda.
Seguí estas recomendaciones para evitar riesgos: