Los microorganismos peligrosos pueden ser transportados por las manos, los equipos, los utensilios y la ropa de trabajo, si no se lavan adecuadamente; y por los animales y plagas, si no se evita su presencia. Un leve contacto con los alimentos puede contaminarlos.
Los alimentos, el agua e inclusive el hielo, pueden estar contaminados con microorganismos peligrosos.
En el caso de las compras on-line:
Una cocción correcta elimina los microorganismos peligrosos.
Los alimentos crudos pueden contener microorganismos peligrosos, factibles de transferirse a los alimentos cocidos y a los listos para consumir durante su preparación y almacenamiento.
Algunos microorganismos pueden multiplicarse muy rápidamente en los alimentos si se conservan a temperatura ambiente.